Una vez más, la justicia mexicana da muestra de la falta de eficiencia, el sentimiento de injusticia es una constante por parte de las víctimas que terminan siendo re victimizadas durante los procesos judiciales, la muestra en Querétaro la da el día de hoy el caso “Mier”.Contextualizando, un menor de edad que conducía ebrio en sentido contrario en Boulevard Bernardo Quintana la madrugada del pasado 2 de julio del 2015, chocó de frente con la señora Evangelina Mier Barbosa, causándole la muerte, sin embargo, hasta este momento, no se ha dictado sentencia, la razón: el menor ha interpuesto recursos para impedir llegar a la sentencia.
Evangelina Mier, como todas las personas, tenía familiares y amigos que al día de hoy sufren su ausencia, sin embargo, nadie la padeció tanto como su madre, la señora Evangelina Barbosa, quien a raíz de la muerte de su hija cayó en una profunda depresión, dicen los que saben, que no hay dolor más fuerte en el mundo, que la muerte de un hijo, en el caso de la señora Evangelina Barbosa, la muerte de su hija, significó para ella perderlo todo, pues era ella la persona con la que vivía y quien se encargaba de su manutención, Evangelina Barbosa, perdió las ganas de vivir y fue sólo 5 meses después, el 20 de diciembre de 2015 cuando también ella perdió la vida, a causa del dolor que le causó el accidente de su hija.
Desde el punto de vista de la familia Mier, el menor no sólo causó la muerte de Evangelina Mier, sino también la muerte de su madre Evangelina Barbosa, sin embargo, el tribunal superior de justicia, no lo considera de esta manera.
El día de hoy, el tribunal superior de justicia del estado de Querétaro confirmó la resolución de la juez de primera instancia, en voz del magistrado José Antonio Ortega, quien aseguró que luego del análisis que él realizó, no hay fundamento legal para que en el daño moral se cuantifique la muerte de la señora Evangelina Barbosa.
Por su parte, el abogado defensor de Rafael Enrique Iturbe Mier, hijo de Evangelina Mier, aseguró dicha resolución representa un agravio al derecho de la víctima, toda vez que fue una copia fiel de la resolución del juez natural, ya que nunca fue revisado el fondo de la resolución.
Finalmente, la familia Mier manifestó su inconformidad con dicha resolución y aseguran que no se vio defendido su derecho ni su reparación del daño. El juicio probablemente se siga alargando, dependiendo de los recursos que interpongan las partes, pero el mal sabor de boca y el sentimiento de injusticia sigue latente, mientras al día de hoy el menor sigue enfrentando el proceso en libertad y no ha reparado ningún daño.
