Investigan compuestos de origen natural como coadyuvantes en tratamiento de leucemia

Estudiante de la Facultad de Química de la UAQ busca sustancias que disminuyan los efectos nocivos de la quimioterapia.

En México, el cáncer es la segunda causa de muerte en niños de entre 4 y 15 años. El Centro Nacional para la Salud de la Infancia y la Adolescencia, de la Secretaría de Salud del Gobierno Federal, señala que en México se estima que existen anualmente entre 5 mil y 6 mil casos nuevos de cáncer en menores de 18 años. Entre los que destacan principalmente las leucemias, que representan el 52 por ciento del total de los casos; linfomas el 10 por ciento y los tumores del sistema nervioso central el 10 por ciento.

Ante la incidencia de este padecimiento, la QFB. Claudia Gutiérrez García, estudiante del 4º semestre de la Maestría en Ciencias Químico Biológicas, que imparte la Facultad de Química de la Universidad Autónoma de Querétaro, desarrolla un proyecto de investigación sobre las propiedades anticancerígenas de compuestos de origen natural, bajo la asesoría de la Dra. María Guadalupe García Alcocer.

Esto, con el objetivo de desarrollar tratamientos coadyuvantes con base en estos compuestos de origen natural, que sean eficaces y menos agresivos que la quimioterapia, usada en el combate al cáncer infantil.

La leucemia ocurre cuando células linfoides o mieloides se multiplican de forma incontrolada en la médula ósea, además de clasificarse en aguda o crónica de acuerdo a la progresión de la enfermedad y a la madurez de estas células.

La quimioterapia contiene doxorrubicina, una sustancia que posee considerables efectos tóxicos en los tejidos sanos del paciente, especialmente en la zona cardíaca, explicó la universitaria, quien señaló que su proyecto se enfoca en evaluar el efecto de la combinación de la doxorrubicina y un compuesto de origen natural en la línea celular Jurkat, la cual es un modelo experimental in vitro de la Leucemia Linfoblástica Aguda tipo T.

De esta manera se pretende poder utilizar una concentración menor del fármaco logrando igual o mayor eficacia; y, en un futuro, poder trasladar este estudio a la clínica, con la finalidad de disminuir los efectos adversos de los tratamientos convencionales y mejorar la calidad de vida de los pacientes.

La QFB. Claudia Gutiérrez, quien además es becaria del Fondo de Proyectos Especiales de Rectoría (FOPER), manifestó que debe apoyarse de forma decidida el rubro de la investigación científica e hizo la invitación para que más estudiantes se animen a desarrollar experimentaciones que permitan trascender la ciencia básica y que encuentren su aplicación en el mejoramiento de la vida de las personas.

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