Exposición fotográfica en el baño de “Maximiliano” Cantina Bar.
Raúl Sangrador, es un artista qué revoluciona el concepto fotográfico al romper los limites socioculturales, aperturando una nueva propuesta atreves del lente de su cámara, titulada: “La Oscuridad Como Máquina de Apropiación” la cual retrata el cuerpo masculino, el erotismo y la sexualidad en los que el autor busca romper tabúes y que él espectador disfrute la exposición lograda.
“Es el punto final de un proceso que inicie hace un par de años donde empecé a reflexionar desde el argumento teórico del arte ¿Cuáles serían las nuevas maneras de generar estructuras fuera de lo establecido? Esta estructura qué controla, qué vigila, qué observa, qué da luz, pero qué de alguna manera delimita lo establecido, pero también a su vez eso mismo podría leerse en el sentido de línea de fuga”.
La exposición se encuentra en un baño oscuro ubicado al interior de la cantina-bar “Maximiliano”, en la calle de Morelos Oriente 20 en el Centro Histórico de Querétaro que abre sus puertas a la comunidad lgbt+.
Aquellos sanitarios improvisan los encuentros sexuales generados en el mismo lugar, paredes en un rojo intenso como sangre seca y una luz viva que solo ilumina cada una de las imágenes expuestas, mismas que dejan ver cuerpos desnudos, tatuajes sobre la piel, rostros opacos y distintas imágenes formadas a través del cuerpo de hombres desconocidos.
“Yo pensé esta cuestión de la oscuridad ¿Qué pasa dentro de la oscuridad? Es un espacio donde se generan los nuevos diálogos, homo-eróticos, las nuevas maneras de entender el erotismo”
Sangrador aseguró que esta exposición esta basada en las personas portadoras del VIH y el tabú que se ha generado tanto en la comunidad lgbt+, como en la sociedad en general, mismo que ha prohibido el descubrimiento del cuerpo y de la libertad sexual.
“Construir el erotismo luego de la aparición del VIH, una de las grandes tareas de la comunidad gay fue como repensar un orgasmo, como ejercer la sexualidad, como construir el erotismo post Sida. Las posibilidades son infinitas, cada quien se la responda sin tabúes, sin ataduras, con las que crecemos sobre todo aquí en Querétaro; me gusta pensar que en sociedades mas avanzadas esto ya es cosa digerida de hace décadas, son procesos y debemos empezar aquí los nuestros”.
En la colección fotográfica aparecen sus amigos quiénes aceptaron la participación con el artista; el espacio fue buscado intencionalmente, un baño de hombres oscuro, donde la intimidad y el encuentro pueden surgir en cualquier instante, invitando al asistente a que las imágenes sean participes o que sean las que generen la imaginación al espectador.
“Mis imágenes dialogan con ese erotismo con ese imaginario, son inducidos de lo que pasan en mi mente y de la mente de muchos clientes que pasan en el Maximiliano, los baños de los hombres, es un flujo constante de hombres y cada uno genera ese imaginario, en este caso homosexuales, un imaginario aterrizado por mi, pero cada quien lo puede aterrizar, cada quien lleva una imagen en su mente, cada quien lo podría llevar a cabo, cada quien podría generar una exposición como este tipo, seria muy emocionante”.
Justamente esta sería la primer exposición inaugurada dedicada al movimiento homosexual en plena legislación del matrimonio igualitario en el estado y que le da significado extra a la galería.
“Cobra un significado bajo este contexto, es decir es un momento que como sociedad tenemos que ampliar nuestros límites de entendimiento artístico, generar esa madurez como sociedad consumado por la suprema Corte de Justicia y que entonces las estructuras culturales tendrían que estar a la altura del nuevo orden de las cosas, evidentemente lo harán a su manera en sus tiempos, en este caso como autor me he puesto la camiseta de entonces desarrollar el proyecto que amplié los nuevos límites”.
Por ello Raúl Sangrador ha buscado nuevos espacios ante la falta de libertad de expresión, la censura al desnudo y aun a las preferencias del mismo genero, a las cuales les dedica parte de su obra.
“Es importante hacer este tipo de ejercicios, las estructuras que ya existen, museísticas culturales tienen una función y la ejercen y llevan a cabo, pero al final la experiencia estética, la creación artística de la comunidad en general es mucho mas amplia que eso, las estructuras terminan generando límites, a los cuáles yo me niego a pertenecer, me niego a que me limiten de esa manera, por eso estoy buscando otros lugares, otros públicos y otros sujetos de los cuales hablar, esto es parte de uno de los ejercicios que he llevado a cabo”.
Cabe mencionar que Raúl Sangrador expone actualmente en el Trienal de Tijuana, obras en pinturas creadas por personas portadoras del VIH y tuberculosis pertenecientes al albergue “Las Memorias” y quienes inspiran sus propias experiencias de vida.
“Personas que son repatriados, gente que ejercía la prostitución, migrantes, indigentes gente excluida de todo orden social y los pusimos a pintar en colectivo y con esa pintura narrar sus experiencias de vida. El Trienal acepto el proyecto, es otro ejemplo de como encontrar nuevos sujetos, nuevas maneras de leer, producir y presentar arte, me emociona mucho porque he encontrado un campo muy amplio y fértil para desarrollar nuevos proyectos de entendimiento artístico, entendimiento erótico, entendimiento visual, me encanta”, concluyo.
Señaló que continuará con este tipo de arte del cuál no sabe la duración de la exposición, ya que espera el resultado que genere en el espacio y a sus asistentes.