La rectora de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), Silvia Amaya, refirió que hasta ahora la institución no tiene elementos para señalar a una persona o grupos de personas responsables de la filtración de uno de sus exámenes de admisión de la Facultad de Medicina.
Indicó que, hasta ahora, no existen pruebas contundentes de que se haya vendido el examen de admisión para esta facultad
Expresó que, de manera objetiva, la universidad está realizando la investigación correspondiente que permita contar con elementos para emitir una sanción.
Afirmó que una vez que las autoridades empiecen a recabar la información, obtener datos y hacer los interrogatorios se podrá, bajo la normativa de la universidad, emitir un dictamen que indique que pasará con las personas sean señaladas como responsables.
“La garantía de la universidad es que vamos a ser transparentes y vamos a investigar el caso y que vamos a transparentar los procesos de admisión, no solo de la facultad de medicina, sino de todas las facultades académicas, en el proceso propedéutico”, afirmó
La rectora refirió que se separó de su cargo al responsable del curso de admisión de la Facultad de Medicina, pero este no ha sido sancionado ni suspendido de su cargo, esto para que se lleve a cabo la investigación.
Además, en entrevista la rectora aseguró que se estará trabajando para que los procesos de admisión en su totalidad de las diferentes facultades sean transparentes y modificados, con el fin de que no suceda esta situación nuevamente.
Por su lado, el director de la Facultad de Medicina, Miguel González Sánchez, comentó que hasta ahora saben que los aspirantes a ingresar tenían el examen de admisión interno de la facultad.
Mencionó que existen sospechas que este tipo de fraudes se habían llevado a cabo con anterioridad, sin embargo, esto aún no se puede confirmar.
Manifestación de padres de familia
Esta mañana, un grupo de aspirantes a la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) se manifestó en Prolongación Zaragoza y Avenida de las Torres, demandando que se repita el examen de admisión. La protesta surge tras la revelación de que el examen se filtró, permitiendo que 33 personas obtuvieran un puntaje perfecto. De estos, se sospecha que 15 pudieron haber recibido las respuestas previamente.
Los manifestantes solicitaron inhabilitación permanente del servicio público a los funcionarios involucrados, destitución de los alumnos que ingresaron con prácticas fraudulentas, castigo ejemplar a las partes involucradas, una disculpa pública a todos los afectados y garantías de salvaguardar el derecho a la educación.
El grupo espera una respuesta de las autoridades universitarias para tener una nueva oportunidad de ingreso y exige que situaciones como esta no se repitan en el futuro.
