“Frecuencias”.
Los asuntos relacionados con la honestidad y transparencia mexicana cuya paternidad la hacen ver que provienen del PAN y sus “opuestos” del PRI también se sienten los otorgantes de la “semilla” fundacional, aún permanecen estancados, pese a las Reformas que en esa materia fueran aprobadas sólo dos años atrás, al inicio del gobierno de Enrique Peña Nieto., es una condición.
La integridad de la administración pública, según un documento publicado en el 2013 por la OCDE, es una condición sine qua non para que exista un funcionamiento efectivo del estado y se asegure así la confianza de la gente en el gobierno mexicano; ello –según esa organización- generaría mejores condiciones en el sostenido desarrollo socio-económico del país.
Sin lugar a dudas, en el gobierno de Peña Nieto se presentan recurrentes actitudes cuasi grotescas muchas de ellas, que muestran actitudes de disfunción, debido a los perniciosos casos de Conflictos de interés, que van desde el propio presidente de la República, su esposa Angélica Rivera, del secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Luis Videgaray , de José Ramírez Stabros, quien a finales del 2014 desempeñó (en Los Pinos) el cargo de Coordinador de Vinculación, al mismo tiempo ocupaba parte de su tiempo como Asesor Externo de una empresa transnacional; éste después de haber sido expuesto públicamente y ante los medios informativos nacionales renunció a su encomienda federal.
Al poco tiempo, el Comité Directivo Nacional del PRI lo anunciaba como probable candidato a la gubernatura de San Luis Potosí. ¡El colmo!
Hay casos, como lols múltiples viajes privados que ha realizado la esposa de Peña Nieto al extranjero y que, según los testigos de ello, carga “ hasta con el perico”; se conoce de sus gustos por viajes frecuentes a la Ciudad de Miami, Florida; y a varias naciones europeas, donde gusta de visitar tiendas departamentales de gran lujo y de ser comensal de excelentes y cuantiosos restaurantes; lo mismo sucede en sus periplos hacia naciones asiáticas; nos imaginamos que los gastos corren a costa de los impuestos de los mexicanos. ¿A poco no?
Adicionalmente encontramos los sonados y vigentes casos del director general de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), David Korenfeld Federman, que en compañía de su familia -en la reciente Semana Santa- realizó viajes de esparcimiento y descanso familiar haciendo uso de un helicóptero de propiedad federal, que debe ser utilizado únicamente para propósitos oficiales de la Conagua; otra singular llevada a cabo por el amigo de Peña Nieto, Korenfeld Federman fue la renta de una camioneta Suburban con blindaje nivel 5, que el año pasado utilizara y cuyo costo ascendió a los 430 mil pesos, pago que se hizo a la compañía “Casanova Rent”.
No cabe duda de que el gobierno de Peña Nieto rompe con su propia promesa de “Ser promotor de la Iniciativa de Gobiernos Abiertos”. Hecha pública con “bombo y platillos”, el año pasado, se comprometió entonces a “promover la transparencia, la lucha contra la corrupción y el empoderamiento de los ciudadanos”.
La antítesis de ello se observa cotidianamente en la realidad de su administración, ya que se dispensan especiales favores y privilegios para algunos individuos, como el obscuro personaje de la empresa de la construcción Juan Hinojosa, acaudalado empresario mexicano que le ofreció en venta una “casita” a la señora Angélica Rivera de Peña (“La Casa Blanca”) que asciende a los 80 millones de pesos.
Es decir, se generan francas dudas en tanto que son notoriamente exhibidos los asuntos relacionados con los Conflictos de Interés y sus vínculos directos de las acciones públicas.
En otras naciones europeas y asiáticas, estas personas señaladas estarían, por lo menos, purgando enormes penas en la cárcel y tendrían que devolver todo lo esquilmado, además de ser obligados al resarcimiento de los daños causados a las finanzas públicas; si eso no es ¡traición a la Patria! Luego entonces, la legislación en esa materia y su respectiva aplicación debería ser mucho más estricta y rígida, sin tapujos, ni miramiento alguno. Los desvíos de recursos y el abuso del poder público, con motivos personales y la impunidad descarada tienen que ser severamente castigados; se requieren ejemplares correctivos.
La transparencia y rendición de cuentas también impacta en los procesos de campañas electorales, se aprecia en los constantes maratónicos bombardeos de spots de radio y en televisión que se presentan a lo largo y ancho del territorio mexicano, en lo que se conoce como las actuales Campañas de elecciones intermedias; este año se gastará 61% de lo erogado en el 2009.
La saturación de mensajes en la radio y en la televisión impactará en poco más de 26.5 millones de spots; excesiva cantidad de dinero público se dilapidará para financiar a los partidos políticos que muchos opinan que no loa representan, pero que sí gobiernan en función de sus propios y particulares intereses; no cabe duda que eso es un pésimo y superfluo gasto para los ciudadanos. Sobre todo cuando “los terrenales” nos percatamos que se diluye la división entre “la oposición” y el gobierno; todos pactan y llegan a muchos acuerdos para asegurar su autoprotección; el olor fétido de la corrupción prevalece en el enrarecido ambiente.
Estamos, aún y cuando nos quieran presentar que no es así, ante la suerte de convenios o pactos tipo la añeja “mafia siciliana”, pero con tintes más surrealistas, más bien “tropicalizados”, diríamos, más al puro estilo de lo mexicano. ¿A poco no?
Lo anterior les podría orillar a muchos electores a que piensen seriamente por emitir su voto, podrían presentarse bajos niveles de abstencionismo.
En Querétaro, a la fecha, observamos que la propaganda política no hace clara diferencia de fondo, pero sí de forma, entre los candidatos y sus respectivas ofertas políticas, sustentadas en la mercadotecnia política, aderezada de la costosa parafernalia propagandística.
Se inician las mutuas denostaciones y recriminaciones públicas entre los dos más fuertes contendientes a la gubernatura estatal, además de la excesiva e infructuosa promoción en el manejo de la imagen de los principales candidatos al cargo de gobernador. No olvidemos que son pírricas las victorias de saliva, de palabras huecas; tampoco, como bien señala el estudioso Robert Greene (en su libro: “48 Leyes del Poder”): “No hay que luchar en guerras perdidas”.
Los principales candidatos políticos tienen que exhibir viables y comprometidas comprometidas. En sus presentaciones deben evitar la reiteración de frases vanas, innecesarias y que No porten un marcado tinte pseudo-populista. Además de que realicen serios compromisos públicos, con la formal entrega de claros y entendibles Planes de Trabajo y de sus Programas de Acción político-administrativo, responsabilizando a las organizaciones políticas involucradas en las elecciones próximas a que ejerzan presiones a cada uno de sus candidatos que resulten ganadores y desarrollen futuras apegadas a sus propuestas de campaña electoral.
Por cierto, ambos partidos políticos (PRI y PAN) reivindican la paternidad del multicitado “Sistema Nacional Anticorrupción”, que por cierto aún no ha sido aprobado al interior de la Cámara de Senadores. No importa tanto quién es el padre bilógico, sino más bien quién se encarga y procura la atención y desarrollo sano de sus vástagos.
La campaña electoral en nuestra entidad apenas lleva unos cuantos días y tomará mayor “colorido” y fuerza debido a los dislates y a la persistencia de los vilipendios y acusaciones mutuas que podrían incidir en la abulia y bajo interés ciudadano por votar el próximo 7 de junio. ¡Al tiempo!
Aunque también recordemos que, por lo general, en las elecciones intermedias como las que se realizarán este año, suelen votar menos ciudadanos que en las elecciones presidenciales.
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