Me Lleva El Diablo
Las encuestas son excelentes instrumentos para conocer la opinión pública; sin embargo, tienen usos muy limitados para definir la selección de candidatos y no son la mejor herramienta posible para ello, eso es una realidad.
Repetiremos una frase común: son una fotografía temprana pero útil sobre todo para posicionar una imagen que muchas veces nada tiene que ver con la realidad.
Si de encuestas hablamos tenemos que, de acuerdo a las múltiples encuestas publicadas en los últimos meses, el escenario nacional era más favorable para Morena, se proyectaba llevarse 14 de las 15 gubernaturas.
Todas menos Querétaro, donde lideraba cómodamente el PAN.
Pero eso era meses entes de los escándalos de corrupción que permearon en los medios de comunicación e hicieron estragos en varios políticos de la entidad; principalmente a los del Partido Acción Nacional.
La semana pasada el presidente de la Consulta Mitofsky, Roy Campos, dijo que en promedio los gobernadores siguieron subiendo su calificación. Que en seis meses seguidos la mayoría de los gobernadores en promedio suben, pero 12 de los 32 bajan.
Los que bajan siempre tienen un factor que les mermo su presencia ante los ciudadanos.
Entre los 12 que bajan se encuentra el Gobernador de Querétaro, Pancho Domínguez, que desciende su calificación de 61.5% a 58%. No es una disminución menor, son tres puntos y medio y lo hace perder el tercer lugar que lo había conservador durante mucho tiempo.
No podemos negar el por qué bajo, se mueve la imagen a la baja, después de los escándalos que le dieron en el caso Lozoya y cae al cuarto lugar.
Y tampoco podemos dejar de lado que se ha tratado de posicionar la imagen del gobernador con las del candidato del PAN a sucederlo, en este caso seguramente sería Mauricio Kuri.
Luego entonces, lo que es real es que, lo que le afecta al gobernador le pega a Kuri, y no necesariamente lo que le beneficia al gobernador le beneficia Kuri.
Porque en la encuesta a elección de gobernador 2021, realizada por Demoscopia Digital y publicada a principios de este mes de septiembre, las cosas no son buenas para el PAN, que de pregonar de ir 10 o 12 puntos arriba de Morena, ahora solo esta a 5 puntos: en empate técnico.
A 9 meses de la elección en Querétaro las preferencias electorales se cierran y la intención del voto para el PAN es de 34.88, mientras que para Morena de 29,58.
En otras encuestas más optimistas el PAN lidera las preferencias electorales en Querétaro, donde obtiene el 30 por ciento, seguido por Morena con 22 por ciento. Eso antes de la pandemia de corrupción que se destapó y afecto a los panistas.
Lo anterior nos lleva a reconsiderar que para el PAN, la supuesta ventaja que llevaba, se a evaporado, muy a pesar de que aun tiene de su lado el control de medios de comunicación, que se tiene desde los gobiernos estatal y municipal.
El escenario sería, ahora, el de la formación de alianzas opositoras, un tema de carácter político, pero al cual le podemos aplicar la aritmética como un ejercicio de proyección.
Si por lo menos uno o dos partidos opositores fuertes – Morena y PRI- forman una alianza competitiva, no entre ellos sino con otros partidos menores, tanto para el gobierno del estado, como para los municipios conurbado como Querétaro, Corregidora, El Marqués y San Juan del Río, ese escenario dejaría a Morena en posibilidad de ganar claramente, rompiendo con el espejismo de las encuestas.