Desde que tengo memoria escuchaba y leía sobre los rituales de los informes de gobierno de los presidentes municipales; cambiaron fechas, regresaron las mismas fechas y los protocolos siguen igual, en esencia nada ha cambiado a pesar de las distintas generaciones de políticos, viejos y jóvenes hacen lo mismo.
Cuando era imposible que gobernara el PAN, estos se oponían férreamente a las costosas ceremonias, decían que eran un dispendio los informes, tanto de presidentes municipales como de gobernador. Fue entonces en el sexenio de Enrique Burgos García, quien accedió a las presiones e ir a rendir informe de actividades de gobierno en la casa de los legisladores, ubicada en la esquina de 5 de Mayo y Pasteur.
Ahí se arrinconó el gobernador ante las presiones políticas del PAN. Los invitados fueron solo unos cuantos. Se pensó que las cosas cambiarían para bien, ya no habría dispendios de “acarrear” cientos de invitados, de contratar edecanes, adornar inmuebles, darles alimento a los que desde lejos traían, etcétera.
Sin embargo los panistas nunca imaginaron que pronto les tocaría gobernar, así que llegó el gobierno de Ignacio Loyola Vera y las cosas volvieron a la “normalidad”. A correr invitaciones a toda clase de personajes, embajadores, exgobernadores, gobernadores de otras entidades, etcétera; y la fastuosidad se volvió a apoderar de aquello que supuestamente no quería el PAN en sus gobiernos.
¡Ah! Pero vino la diferencia. Desde entonces se rinden dos informes; el protocolario ante el ayuntamiento o bien, ante los legisladores; luego viene la novedad: “los informes ciudadanos”. Ese fue el enorme cambio. Ahora privilegian los informes ciudadanos. Y así se dio el tan promocionado cambio.
En este 2016 repiten la misma conducta. Informe legal e informe ciudadano. Ahora es doble gasto. Lo anunciado entonces en el gobierno de Enrique Burgos, gracias a las presiones del PAN, como informes republicanos de austeridad, regresaron a la edad media de la fastuosidad. Aun viven aquellos políticos que entonces promovieron el cambio para seguir peor.
Pero, a quien le importa eso de la historia. Y menos si se habla de cambios republicanos. Bien. En el primer informe de casi 9 meses de gestión municipal, sin que rindan cuentas los presidentes municipales, han sido más sonoros los problemas que los logros alcanzados. Seguramente son muchos los logros que han conseguido las administraciones municipales, pero en la mente de la colectividad se concentran los problemas y no las metas alcanzadas.
En el Municipio de Querétaro está más fresco en la memoria de la sociedad lo del General Rolando Eddy, comprando su mandado en una tienda comercial haciendo uso de una patrulla; o la mentira de su convalecencia de la columna vertebral, cuando el General ya despachaba en Aguascalientes; o la costosísima renta de millones de pesos del helicóptero que para nada sirvió; qué decir del paro de los policías por reprimir sus derechos; también el paro del personal de limpia por los despidos; el incendio del corralón que le valió un regaño al Secretario de Gobierno; que han despedido a 500 empleados; que se ha incrementado el índice delictivo y así sucesivamente. Eso está fresco en la mente ciudadana.
¿Los logros del gobierno municipal? ¿Cuáles? Se pregunta la gente. El mejoramiento de banquetas, el alumbrado de los puentes, la limpieza de la Alameda, y… ¿Qué más? ¿Hay presuntos responsables por las múltiples acusaciones de exfuncionarios? Nada hasta ahora ¿Logros? Claro que los hay, son casi 3 mil millones los que se deben gastar para este año, esos se olvidas fácilmente. Así que, los informes “ciudadanos” en nada ayudan a la imagen de las y los presidentes municipales.
Los políticos que prometieron el cambio y hoy gobiernan, necesitan algo más creativo para generar interés e informar objetivamente a la ciudadanía y no solo queden los fríos rituales de informes entre “amigos” –“ciudadanos”- que todo aplauden. Eso debe cambiar.