El Hospital General de Querétaro no se encuentra saturado, hay en total 200 camas, de las cuales 100 cuentan con ventilador y el resto son destinadas para atención general, aseguró la directora de Servicios de Salud, Martina Pérez.
Manifestó que un paciente al llegar al nosocomio pasa por varias etapas, la primera es la de valoración clínica, en la que se le hace la prueba COVID-19, y después de eso, si es positivo se le pasa a piso si es paciente moderado o a una cama de intubación si es grave.
La directora detalló que la información oficial de la ocupación del hospital se encuentra en la Red IRAG (Infección Respiratoria Aguda Grave), del Gobierno Federal, la cual es alimentada diariamente por directores de nosocomios.
Ante la apertura de nuevas actividades, la directora expresó que se fortalecerá la vigilancia de cumplimiento de medidas sanitarias, con el trabajo de las coordinaciones municipales de protección civil, además de que invitó a la población a cumplir las mismas.
Por otro lado, recordó que todos los hospitales del estado tienen la posibilidad de recibir casos sospechosos de COVID-19 y que los nosocomios tienen la posibilidad de decidir si continúan con su atención o los canalizan a otro, al considerarlos graves o no tener los elementos suficientes para atenderlos.
Confirmó que se están quedando más pacientes en el hospital de San Juan del Río, el último dato indicaba que tenía 8 internados.