TRAS LA VERDAD
24 de julio de 2015
El Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca no desaparece, como al parecer algunos lo han interpretado. El Decreto aprobado y publicado por el gobernador Gabino Cue, reforma y adiciona el Decreto original de fecha mayo 23 de mayo de 1992, que había sido pervertido desde entonces por el gobernador en turno, Eladio Ramírez.
La Sección 22 de la CNTE por medio de acuerdos se había apropiado del Instituto, de tal suerte que la Coordinadora no solo disponía de plazas, ascensos y despidos, también de cambios de adscripción y disposición de recursos públicos para la educación. Ni el gobierno ni el Estado tenían ya injerencia en las políticas de la educación pública en Oaxaca. El organismo público descentralizado del Poder Ejecutivo, era de simple membrete, el control estaba en manos de la organización sindical.
Poco más de 20 años de dominio magisterial sobre la educación en el Estado de Oaxaca, no será nada sencillo que renuncien al enorme poder político y económico que ejercían. Vamos incluso la organización sindical se ha dado el “lujo” de despreciar al oportunista de Amlo, quien se acercó a darles la “mano” y hacer alianza electoral. Lo rechazaron abierta y tajantemente. Los belicosos repudiaron a otro desestabilizador social. Así de enorme ha sido el poder y la fuera política de los maestros.
El Decreto del 20 de julio de este año, que reforma y adiciona el Decreto que da vida al Instituto de Educación Pública, no extingue a dicho Instituto. No, nada de eso. Sin embargo sí le da otra forma de organización y atribuciones, así como las nuevas autoridades que ya rigen el gobierno interno del Instituto. Así las cosas, en los Artículos Transitorios encontramos que dejaron insubsistentes todos los acuerdos que se hayan suscrito con anterioridad a estas reformas.
El Artículo Noveno, determina dejar sin efectos todos los actos, contratos, convenios, minutas e instrumentos que hubiese celebrado el Gobierno del Estado de Oaxaca o el Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca. Incluso va más allá, al considerar inexistentes cualquier otro acuerdo que hubiese suscrito otro servidor público o representante que contravenga lo prescrito en el Decreto. Tajante y sin excepciones, todos los acuerdos queda sin efecto.
Por lo que ve al Artículo Cuarto Transitorio, se prevé que todo el personal de confianza que tenga base, regresará a su base. Nada de aviadores. Y el personal docente que regrese a su base será adscrito a las escuelas en función a las necesidades del servicio educativo. No hay despidos, conservan el derecho a su trabajo. Así de claro es el Decreto, el personal docente no será asignado a funciones diferentes, deberá dedicarse a la docencia, se terminaron las comisiones sindicales a modo.
Ahora, conforme al artículo 7 del Decreto, la Junta Directiva, que no es otra cosa que el órgano de gobierno, se conforma por el propio gobernador y los titulares de distintas Secretarías, tales como la de Finanzas, Salud, Administración, de Desarrollo Social y Humano, de las Culturas y Artes; así como un representante de la SEP. Por supuesto el Director y como Comisario el Secretario de la Contraloría y Transparencia Gubernamental. Es así como se le arrebató el control al sindicato, no más gobierno sindical en la educación pública en Oaxaca.
El Instituto, como organismo público descentralizado de la Administración Pública, ahora sí -pretende-de acuerdo al artículo 1° del Decreto, se dedicará a la impartición de la educación básica, incluyendo la indígena especial, la normal y demás para la formación de maestros, todo dentro del marco del artículo 3° Constitucional, cuya finalidad es contar con las bases en el mejoramiento constante y el máximo logro académico de los educandos en Oaxaca. El tema jurídico resuelto. El político sigue pendiente y los docentes ya se organizan para mostrar la fuerza, sus movilizaciones darán comienzo este fin de semana, en repudio al Decreto que reformó y les pulverizó el indebido poder que tenían sobre el Instituto. La virulencia apenas empieza.