“Frecuencias”.
Con dedicatoria especial para los priistas seguidores del cantante Marco Antonio Solís (“El Buki”).
Ex líder estatal de la CNOP -acápite del PRI-, con una senaduría a cuestas (por vía plurinominal, en primera minoría), el gobernador por Querétaro José Eduardo Calzada Rovirosa, a punto de concluir su administración; ahora pretende ser líder nacional de la CNOP, encomienda que detenta la senadora neoleonesa Cristina Díaz, – gracias a su cercana relación con el actual dirigente nacional del tricolor, Manlio Fabio Beltrones Rivera. Como sabemos, a Calzada Rovirosa le correspondió “ungir” y a desplazar a muchos de los candidatos que en su partido político quisieron participar en las elecciones del pasado 7 de junio.
Por otro lado, tenemos a Roberto Loyola Vera, confeso poseedor de 39 propiedades inmobiliarias y de ser notario público (una en San Juan del Río y la segunda en la capital queretana); ex presidente del municipio de Querétaro, además de no haber triunfado el pasado 7 de junio, para el cargo de gobernador. Cuando en la percepción del imaginario colectivo levitaba y durante la campaña electoral Loyola Vera sentía que iba a ser el continuador de su ex jefe Calzada Rovirosa.
Pues bien, el personaje en cuestión pretende dirigir al PRI de Querétaro, se hará acompañar en la secretaría general por Tania Ruiz, la también derrotada en su camino para lograr la diputación federal por el II Distrito y que sucumbiera de su pretensión ante el embate de numerosos votos que se inclinaron por la aún edil panista de Huimilpan, María García Pérez.
¿Por qué no tienen satisfacción y “llenadera” por insistir en su ensoberbecido deseo de anhelar y conseguir el poder político? (in extremis).
¿Acaso no cuenta el PRI de Querétaro con mejores cuadros políticos que hayan dado muestras tangibles de triunfo con la ciudadanía?
Estos personajes y actores políticos ya descritos y que asemejan a los representados en la serie televisiva estadounidense (“The walking dead”) como aquellos que ya están muertos (“zombies”); sin embargo, los políticos que aún detentan y blanden la batuta de la orquesta priista, se empecinan en aniquilar los deseos y naturales pretensiones de quienes verdaderamente quieren aspirar a dar lo mejor de ellos mismos.
Sólo recordemos que la soberbia, arrogancia y aires de grandeza, representada por Roberto Loyola Vera y de su estrecho equipo de colaboradores, como lo fueron su coordinador general de campaña, Mauricio Ortiz Proal, hasta su coordinador de comunicación social, con Gibrán Salgado Pérez, fue el “pan de cada día”, que prevaleció en la anterior contienda electoral.
El PRI queretano deberá posicionar a un líder social que sea congruente y tenga calidad ético-moral y además sea un destacado triunfador en la política; la época del “amiguismo” debe caducar.
De lo contrario, la comunidad priista en la entidad tendría que entonar la famosa canción del canta-autor mexicano, oriundo del estado de Michoacán, Marco Antonio Solís (“El Buki”) y que en algunas partes reza así: …“¿Adónde vamos a parar”?…
O para el recuerdo también existe otra canción del mismo compositor michoacano y de cuyas armónicas estrofas se llegó escuchar en anteriores reuniones de campaña electoral del partido tricolor… “No hay nada más difícil que vivir sin PRI”…
Ese tipo de reacciones que muestran disgusto entre la comunidad tricolor pasa al sentimiento de vergüenza por el descrédito interno, al estar “reciclando” a los mismos personajes políticos.
Con ello, la evolución partidista no trasciende, se requieren de nuevas personas junto con nuevas propuestas, más acordes a la realidad imperante, que sean activas y por encima de todo, proactivas, de aquellas que sí den confianza y le aseguren a la ciudadanía trabajar denodadamente para alcanzar la mejoría en la calidad de vida diaria de la gente común.
Adicionalmente, como bien lo señala Fernando Savater:…“hoy más que nunca hay que reivindicar a la política”, agregaría que la parte más sana y primordial será con la participación ciudadana que dignifique y tome en consideración lo más humano y ético-moral de la política en beneficio real de la gente y de las instituciones democráticas.
Por cierto, de último momento se conoce que este martes (25 de agosto) varios priistas considerados de “primer nivel” en Querétaro, presentaron sus respectivas renuncias al PRI.
Ese tipo de manifestaciones sucede en aquellos que, o bien, emigran a otros partidos políticos por manifestar su gran disenso, o porque se exhiben -como las ratas-, que al ver que el barco se va a pique y en el consecuente hundimiento del mismo, saltan para encontrar mejor refugio político.
De esos están plagadas muchas organizaciones políticas, carentes de verdadero rumbo ético-moral de la doctrina política que les da sustento; de los que quieren servirse y vivir plácidamente del presupuesto público y no están dispuestos para servir eficientemente a la ciudadanía.
Twitter:@Jroldana