Elementos de la Policía Estatal (POES) evitaron que un joven desesperado atentara contra su propia vida. Gracias al monitoreo constante realizado por el Centro de Inteligencia en Atención Social (CIAS), se pudo detectar la presencia de una persona en una aparente crisis emocional en un puente peatonal ubicado en Paseo Constituyentes.
De inmediato, se activaron los protocolos de emergencia y se canalizaron un grupo de compañeros especializados para intervenir y evitar cualquier situación de riesgo. Contando con la presencia de los valientes bomberos y personal de protección civil, los compañeros se acercaron al individuo, iniciando un diálogo compasivo y tranquilizador.
El objetivo principal era recordarle que no estaba solo y que había ayuda disponible. Gracias a la habilidad de estos profesionales, lograron transmitirle un mensaje de esperanza y la certeza de que su vida era valiosa. Poco a poco, el joven comenzó a abrirse, compartiendo sus angustias y miedos. Fue en ese momento cuando se comprendió la importancia de la atención y el apoyo emocional en la prevención del suicidio.
Una vez que se ganó su confianza, el equipo de POES trabajó en colaboración con el Grupo de Atención a Víctimas para brindarle la contención necesaria. No solo se limitaron a ofrecer una mano amiga, sino que también se encargaron de realizar las gestiones pertinentes para reunirlo con su madre en Apaseo El Alto, Guanajuato. Esta reunión no solo fortalecería los lazos familiares, sino que también sería un paso fundamental hacia su recuperación.
Esta historia nos recuerda la importancia de estar atentos a las señales de angustia y desesperación que pueden llevar a una persona a considerar el suicidio. También destaca la necesidad de generar conciencia en la sociedad sobre la prevención del suicidio y la importancia de brindar apoyo emocional a quienes lo necesitan.
