El 21 de noviembre de 2017 publicaba el diario de ámbito nacional REFORMA una nota generada por su equipo de redacción:
Liquida Municipio de Querétaro deuda pública
El Municipio de Querétaro anunciaba la liquidación de los 173 millones de pesos de deuda pública que tenía a largo plazo, convirtiéndose en la única localidad, de las 2 mil 440 a nivel nacional, que la pagaba.
Adicionalmente, presentaron los documentos que comprobaban los dichos del Alcalde Marcos Aguilar Vegaen torno al tema.
Más allá de las declaraciones oficiales que se vertían, en las que se hacía énfasis al paso fundamental que estaban dando en materia de recursos y disciplina financiera, la prensa nacional y local recibió con los brazos abiertos la acción que llevaba a cabo el gobierno local, de hecho, incluso diferentes voces de la oposición vieron con buenos ojos la maniobra.
Vale la pena recordar que en ese momento y hasta la fecha, la sociedad mexicana en general ve con una gran desconfianza los niveles de deuda que adquieren los gobiernos en los tres niveles, pues a final de cuentas además de que son recursos públicos, son fuentes de malversación y desvíos de recursos.
La población del Municipio de Querétaro expresó también su conformidad con la decisión tomada por el gobierno de la capital. La lógica más elemental dirigía a la población que no quería vivir situaciones similares a los gobernados por los Moreiras o los Duartes, casos conocidos por casi todos.
Justamente por estos antecedentes planteados es de llamar la atención el intento de juicio mediático que se está procurando en contra del ex Alcalde Marcos Aguilar Vegasobre esta misma decisión tomada hace once meses.
¿Cómo es posible que lo que fue aplaudido hoy se juzga de manera diametralmente en sentido contrario?
Adicionalmente, se le intenta atribuir que dejó deuda a la siguiente Administración por las obras que están pendientes de concluirse, sin embargo, ¿qué acaso se les olvida queexiste testimonio notarial certificando que se dejaron más de mil millones de pesos en las arcas, perfectamente etiquetados para el finiquito de dichas obras.
A todas luces nos encontramos ante una pugna política de los grupos de poder al interior del PAN estatal que alimentan una campaña de desprestigio mediático en contra de Marcos Aguilar Vega después de una desastrosa campaña que casi les cuesta el poder de la capital.
Parece que en el PAN las decisiones exitosas no se perdonan y más cuando surgen de grupos antagónicos, por lo pronto los ciudadanos nos quedamos con el absurdo del discurso, ocupado parece la actual administración en una campaña de desprestigio en lugar de asumir lo que le toca.