“Frecuencias”.
Es lo que se evidencia con los escasos dos meses y medio de la presente gestión que como presidente municipal de Querétaro le ha tocado encabezar a Marcos Aguilar Vega;mismo que se siente omnípodo y que no sabe empoderar a su más cercano círculo de colaboradores, porque a él lo que le mantiene muy ocupado es simple y sencillamente situarse colmado de los reflectores mediáticos. Los resultados óptimos pasa a segundo o tercer término.
Además de que se la pasa realizando declaraciones públicas a diestra y siniestra, aderezándolas con sus recientes actividades de la para-diplomacia, con eso de que pretende posicionar al municipio de Querétaro en la palestra mundial, olvidando ejercer acciones inherentes a la función pública, que como tal, claramente le mandata la fracción III del artículo 115 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos”.
Dicha fracción precisa acerca de las funciones y servicios públicos que atiende el municipio y son: a) Agua potable, drenaje, alcantarillados, tratamiento y disposición de sus aguas residuales; b) Alumbrado público; c) Limpia, recolección, traslado y disposición final de los residuos; d) Mercados y Centrales de Abasto; e) Panteones; f) Rastro; g) Calles, parques, jardines y su equipamiento; h) Seguridad pública en los términos del artículo 21 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (policía preventiva municipal y tránsito).
Finalmente, los municipios observarán lo dispuesto por las leyes federales y estatales. En este último caso, hasta hace unas cuantas semanas, Marcos Aguilar Vega estaba empecinado por pretender gravarle a la ciudadanía que poseyera y deseara transitar en sus vehículos automotores por las vías principales de esta demarcación para que pagara por esa razón. Constituyendo de esa manera un acto lesivo e Inconstitucional, ya que atendiendo a la lectura del artículo 117 de nuestra Carta Magna, específicamente en la fracción IV refiere que los estados, en ningún caso podrán agravar el tránsito de las personas o cosas que atravieses su territorio.
De esa manera y de otras tantas “odiseas” que pretende instaurar el edil capitalino, el gran iluso y abogado Aguilar Vega, deja de realizar lo básico y para lo que fue contratado por la ciudadanía capitalina por encima de las actividades de ´maquillaje o cosméticas.
Ya en anteriores entregas mencioné que Marcos Aguilar Vega hizo derroche en gastos que mucho le cuesta a la gente para la renta anual de un superfluo helicóptero que iría de 20 hasta los 40 millones de pesos anuales, dependiendo de la cantidad de horas de vuelo mensualmente registradas; el costo por hora asciende a los 27,500 pesos.
Es justo reconocer que ese aparato no ha desinhibido el índice delictivo de la capital queretana; pudo haberle solicitado en Comodato al gobernador Francisco Domínguez Servién uno de los cuatro helicópteros que se encuentran al servicio del gobierno estatal.
Otro dislate del edil se relaciona con el absurdo anuncio de las pintas de puentes -por colores azul y amarillo-, distrayendo con ello poco más de 15 millones de pesos que bien se podrían utilizar para otros servicios básicos municipales; en días recientes Aguilar Vega se sacó de la manga el hecho de que pretende cambiar los semáforos de los más de 180 cruces principales. Buen “negocito” saldrá de ello, en colusión con los respectivos proveedores.
Otro de los yerros del edil fue que mediante la aprobación “fast track” benefició a su suegra para el cambio de uso de suelo de una de las propiedades de aquella; al unísono el mayoriteo de los regidores panistas lo aprobaron, siguiendo la instrucción de su jefe. Sólo para eso están y vaya que cobran muy bien éstos, sus ingresos mensuales ascienden a poco más de 120 mil pesos.
A la fecha, los excesos usos del poder político-administrativo departe de la “gestión municipal” de Marcos Aguilar Vega han rayado en “Mucho verbo y poco sustantivo”.
Por si no fuera poco, Aguilar Vega le tiene vedado a “sus regidores”(panistas) hacerse presentes y emitir cualquier tipo de declaración pública. Los tiene como simples y absurdos “levanta dedos”, corifeos y apoyadores de cuantas mociones y propuestas realiza el presidente municipal. Es decir, se comportan burdos aplaudidores y maniquíes. Cualquier persona que les viera pensaría en que sus neuronas no les dá para más; eso sí, devengan puntual y descaradamente elevados salarios.
Por cierto, entre esos regidores panistas se encuentra Paulino Ugalde González, de quien se dice, “cambió de equipo”; antes formaba parte del equipo del actual diputado federal Armando Rivera Castillejos y ahora “batea” para la causa de Ricardo Anaya Cortés, dirigente nacional de Acción Nacional.
Se sabe que Paulino Ugalde González pretende ser diputado local para el 2018. ¿Será? ¿La tendrá fácil?
Otro de los errores manifestados -en cuanto a los nombramientos- dispuestos por Marcos Aguilar Vega, el mismo que en su oportunidad mencionara que “su gobierno y su cercano equipo de colaboradores se conformaría por ciudadanos”.¿A qué tipo de “ciudadanos” se refería?, si todos o la mayor parte de ellos provienen de diversas facciones grupales del PAN.
Ejemplos, tenemos varios, como los casos de Rafael Fernández de Cevallos (secretario del Ayuntamiento) y Francisco de SIlva (secretario de Gobierno), Jorge Luis Alarcón (secretario Técnico), José Luis (“Chepo”) Sáinz (secretario de Servicios municipales y concuño de Ricardo Anaya Cortés).
El primero de ellos, Fernández de Cevallos también ocupó la misma cartera en la mediocre presidencia interina municipal encabezada por la ingeniera María del Carmen Zúñiga, actual diputada local por el III Distrito. Y se presume que en su oportunidad el sobrino del denominado “Jefe” Diego recibió un considerable “moche” que ascendió a los 5 millones de pesos por interceder en la venta rápida del lienzo charro -entonces propiedad del Municipio de Querétaro- ubicado en la proximidad del Mercado de Abastos. La venta no se realizó en esa ocasión, sino hasta la administración de Roberto Loyola Vera; sin embargo, al parecer, el “moche” si lo recibió.
También en el medio de las filas del panismo estatal se conoce que cuando Rafael Fernández de Cevallos fungía como secretario del Ayuntamiento del municipio de El Marqués, en la pasada gestión de Enrique Vega Carriles, le ayudó considerablemente a Marcos Aguilar Vega durante su campaña por la presidencia municipal de Querétaro, facilitándole dos cuadrillas de trabajadores en apoyo de logística (pintas de bardas y material de campaña), entre otros.
Tal parece que se utilizaron recursos públicos (humanos y materiales) para beneficio ajeno al municipio de EL Marqués, y sí para beneficio de la causa política de Marcos Aguilar Vega.
Sigue vigente el dicho popular de: !Favor, con favor se paga!
¿Y la transparencia y rendición de cuentas?
¿Alguien sabe acerca del paradero de éstas?
@Jroldana