“Frecuencias”
Tres de los cinco mayores riesgos globales de la presente década están directamente relacionados con el medio ambiente y el Cambio Climático; menuda problemática que enfrenta nuestro planeta tierra.
Ello trae como consecuencias desastres naturales como sismos, crisis hídrica, inundaciones y deslizamientos de la tierra, entre otros más.
El presidente estadounidense Donald Trump se ha caracterizado por denostar públicamente la realidad del cambio climático.
Uno se pregunta si los asesores de Trump le habrán abierto la visión, acerca de los hechos pocos esperanzadores y de los severos problemas en relación con la inmediata respuesta para la adopción de medidas efectivas que cambien las tendencias climáticas actuales, las consecuencias le podrían costar centenares de miles de millones de dólares a su país, provocando que la economía de los Estados Unidos de América se contraiga, como mínimo, al 10%, representando el doble de las pérdidas registradas durante la época de la Gran Depresión en la década de los veinte.
Muy probablemente a finales del presente Siglo XXI, por efecto del exceso y progresivo calor, los estadounidenses podrían afrontar gastos cercanos a los 141 mil millones de dólares ocasionados por las múltiples muertes de personas expuestas al excesivo calor.
Además de poco más de 118 mil millones de dólares causados por el incremento considerable del nivel del mar; anadiéndole poco más de 32 mil millones de la divisa estadounidense, por los daños a las diversos tipos de infraestructuras.
Otras puntales características del Cambio Climático y su pernicioso impacto global son las elevadas temperaturas, afectación de especies marinas, retroceso rápido de los glaciares, incremento desproporcionado en el nivel de mares y océanos.
Históricamente, fue en el año de 1884 cuando se iniciaron los registros de temperaturas; el año pasado fue el más caluroso de la reciente década.
De acuerdo con la Organización Metereológica Mundial (OMM), el presente Siglo contará con 17 de los años más calurosos que azotarán la faz de la tierra.
En algunas partes del territorio mexicano se han presentado temperaturas de hasta 50 grados.
Los glaciares del mundo han retrocedido considerablemente por 38 años consecutivos; el nivel de los mares y océanos creció de 25 al 30% más rápido, entre 2004-2015, respecto al período 1993-2014.
En los años 10 años, la emisión de metano, debido al uso de energías fósiles y de actividades agrícolas aumentaron en un 257% del registrado previo de la denominada “Revolución Industrial”.
Para antes del 2012, la Antártida había perdido anualmente 76 mil millones de toneladas de hielo. Desde entonces, la cifra se ha disparado a poco más de 250 mil millones de toneladas de hielo cada año.
Se conoce también que el agua salada y templada de mares y océanos favorece que el nivel del hielo glaciar se reduzca.
Del presente año y al 2100, podría elevarse el nivel de 26 centímetros a 77 de los mares y océanos.
Hacia finales del 2018, la OMM había registrado un total de 70 ciclones tropicales, frente a una tasa media anual histórica de 53.
Desde 1990 a la fecha, las sequías, incendios, huracanes e inundaciones vinculados a esta problemática se ha duplicado.
Por otro lado, el Banco Mundial estima que las pérdidas anuales debido a las catástrofes naturales alcanzaron los 520 mil millones de dólares y propician que 26 millones de personas se sumen a la pobreza.
20% de poco más de 8,700 especies amenazadas por el severo Cambio Climático se han visto afectadas, además de la presencia y amenaza real a los ecosistemas marinos, al daño importante de los arrecifes naturales, así como a la flora y fauna marina.
Pese a lo anterior, el presidente de los Estados Unidos de América, Donald Trump sigue mencionando que el Cambio Climático es irreal.
Mientras tanto, en semanas recientes, en el marco a la “24a. Conferencia de las Naciones Unidas sobre el clima” (COP24) efectuada en la localidad polaca de Katowice y a la que acudieron representantes de 200 países urgieron a poner en marcha la reglamentación del Acuerdo de el “Acuerdo de París” del año 2015, ya que no ha sido notable se atajen y disminuyan considerablemente las emisiones de gases de efecto invernadero con las consabidas consecuencias directas en el clima, salud y la productividad agrícola.
Con el Acuerdo de París (2015), se comprometieron las naciones a limitar el alza de la temperatura a 2 grados, en relación con la era pre industrial, e idealmente a menos de 1.5 grados; desafortunadamente, de continuar sin poner solución a este flagelo de la humanidad, se estima que el nivel de calor en el planeta tierra aumentará para esta década entre 1.5 y 2.5 grados.
Las emisiones de CO2 deben reducirse casi un 50% para el 2030, respecto al año 2010.
Cabe mencionar que las naciones desarrolladas se comprometieron -para el 2020- en incrementar a 100 mil millones de dólares por año y dedicarle financiamiento a las políticas climáticas de las naciones subdesarrolladas.
“Agua y el Cambio Climático”.
Cerca de 1, 200 millones de personas viven en zonas donde escasea el agua, más de 4 mil millones no cuentan con acceso a los servicios de saneamiento seguro del vital líquido.
Hay estimaciones de que el 2050 la demanda de agua aumentaría en casi un tercio, derivado del aumento de la tasa de la población a escala mundial.
Son 4 pequeñas, pero por demás importantes las acciones para encarar el Cambio Climático: 1) Uso menor de autos y mejoría considerable de servicios de trasporte público; 2) Reducir en gran medida el consumo de carnes rojas; 3) Mejorar y aumentar la educación ambiental; 4) Disminuir la basura y reciclar los materiales que nos sirvan para otras tareas.
También el Cambio Climático repercute en el aumento de las alergias y en las reacciones inmunitarias que padecen 4 de cada 10 personas y se observan con gran medida en el número, intensidad y duración de alergias.
Lo antes expuesto se debe al aumento de la temperatura que produce más dióxido de carbono, el cual “alimenta” a las plantas, provocando que la polinización ocurra más temprano, por más tiempo y de forma más intensa.
Las incontroladas alergias repercuten en la presencia de rinitis, infecciones de vías respiratorias y asma. En lo emocional, se experimenta cansancio, frustración, ira y aislamiento de espacios donde pueda la gente “toparse con alérgenos” que les afecten.
Muchas son las tareas pendientes que tanto naciones como la población mundial tendrán que llevar a cambio para ser de este un mundo más equilibrado.
@JROLDANA