El viernes pasado el Consejo General del Instituto Nacional Electoral, dio a conocer el proyecto de presupuesto que fuera aprobado para 2018, en el cual los partidos políticos se embolsarán 6 mil, 702 millones, 973 mil, 351 pesos. Así como lo acaba de leer.
Una vez más se puede afirmar con sobrada razón el abuso de los legisladores para favorecer a los partidos políticos que los llevaron a las puertas del paraíso del poder; unos senadores y otros diputados federales. Estos son quienes aprobaron el incremento en el monto al subir de 20 a 65% el presupuesto público –prerrogativas- para que sea entregado a los partidos políticos, entiéndase, a los dirigentes; sea Ricardo Anaya, Enrique Ochoa, Alejandra Barrales, Andrés Manuel López y demás “sanguijuelas”. Para acabarla de perjudicar, la norma nacional se aplica para los Estados, vía Organismos Públicos Electorales, conocidos como Institutos Electorales, los que en conjunto dan otro tanto a los mismos partidos políticos en cada Instituto. Por ello el gasto de prerrogativas, aseveraron los Consejeros Electorales, se incrementará hasta 13 mil millones de pesos aproximadamente.
Los políticos habían afirmado que bajaría el monto de las prerrogativas, sin embargo en las negociaciones entre las bancadas, la repartición de los dineros del erario, la aprobaron “subrepticiamente” el bárbaro aumento a las prerrogativas incrementando el porcentaje; para mayor abundamiento la nueva fórmula la llevaron a nivel constitucional plasmándola en el artículo 41 y esta al Código Nacional de Instituciones y Procedimientos Electorales, y nuestros legisladores locales de la LVII Legislatura gustosos remitieron la regla de las prerrogativas a la Constitución Federal. Así las cosas, legisladores federales y locales asintieron cínicamente el desproporcionado incremento de las prerrogativas. Por lo que al INE se refiere simplemente aplicó la fórmula; el propio presidente del Consejo se lavó las manos advirtiendo que ellos solo aplican lo que está en la ley; que no son ellos –los consejeros electorales- los que autorizan, simplemente aplican la fórmula y distribuyen los dineros. Claro que ese presupuesto lo incluyen en el presupuesto general del INE. Así de simple. Algunos legisladores “paleros” se indignaron con el incremento y ahora propugnan por la reducción, cuando que ellos fueron quienes lo aprobaron. Unos lo hicieron en las cámaras federales, otros en las legislaturas locales ¡Cómplices y cínicos!
Conclusión. Para el año próximo los más de 6 mil millones del erario federal, sin sumar los dineros de las Oples; el INE así hará la repartición de la gran bolsa de dinero público. PAN, $1,281,114,450; PRI, $1,689,590,077; PRD, $773,583,685; PT $376,770,017; Verde Ecologista $578,204,704; Movimiento Ciudadano, $537,021.858; Nueva Alianza, $419,106,116; Morena $649,217,254; y Encuentro Social, $398,365,190. Y luego los políticos partidistas se quejan del rechazo social hacia sus partidos políticos. No es óbice referir que la reforma electoral ya no es procedente hasta pasado el proceso electoral del año venidero, por ello en cumplimiento a la legalidad “religiosamente” tendrán que recibir ese dinero a pesar de la molestia que ello les pudiera ocasionar a los dirigentes de los partidos políticos.
Por cierto ningún dirigente de partido, ni el más contestatario que se opone a los dispendios del dinero público, se negó a recibir –hoy y en el futuro- el producto de las prerrogativas. Por lo pronto para este 2017, esos mismos partidos están recibiendo 4 mil, 138 millones, 727 mil, 87 pesos. Sin lugar a dudas que la democracia mexicana es la más costosa del mundo. Algo tendrá que hacerse para bajar el monto de las prerrogativas, cuando que en México, millones de mexicanos viven en pobreza extrema y los partidos políticos –la burocracia partidista- en Jauja con el dinero del pueblo ¡Vaya injusticias!