#TRAS LA VERDAD
Más puntadas del presidente López. Pide que se “revise” la legislación electoral, para, según él, con mucha seriedad se “revisen” las facultades del Instituto Nacional electoral y del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, “para que no se afecten derechos y no se invadan facultades de otros Poderes”.
Así de ramplona la petición de quien tiene prohibido entrometerse en asuntos de naturaleza electoral.
Pronto olvidó que falló su “plan B”, por medio del cual pretendía literalmente destruir ambas instituciones y que el gobierno federal se viera involucrado en las acciones que fueron reservadas para un organismo autónomo constitucionalmente; en el otro, literalmente quería formar parte del Poder Judicial; sabe que creó la legislación para evitar intromisiones de terceros, como el abuso que pretende el arbitrario de López Obrador.
Para el INE la legislación federal reservó el proceso electoral y sus distintas etapas procesales. Todo en manos de “ciudadanos” y partidos políticos, estos últimos solo con voz, sin voto en la toma de decisiones. Los morenistas en ambas Cámaras tomaron partido en las propuestas y discusiones para alcanzar la actual legislación. Nada de intromisiones del gobierno federal ¿Entonces? ¿Qué le pasa a López?
Para el TEPJF se dejó la competencia de decidir las disputas en materia electoral previa denuncia o inconformidad que presentes las partes interesadas; partidos políticos, ciudadanos, así como militantes; incluso autoridades si en el conflicto se atenta en contra de los intereses de las instituciones. También los morenistas participaron en la confección de la legislación ¿Lo olvidó López?
¿Por qué ahora el Presidente de la República pide se “revise” la legislación en la materia? Simple ociosidad, además de la tradicional distracción.
Otro impedimento constitucional inviable. La torpe y manipuladora propuesta de AMLO. El artículo 105 fracción II, inciso i), párrafo tercero prohíbe meter mano a la legislación electoral 90 días antes del inicio del proceso electoral y resulta que el 4 de septiembre próximo dará inicio el más grande proceso electoral en la historia ¿Luego entonces?
No cabe duda que López Obrador sigue intentando descarrilar el proceso electoral ¿Para qué? Precisamente para hacer de las suyas y crear estados de excepción constitucional que le permitan prorrogar su estancia en su abusivo mandato. No hay otra explicación lógica.
Más ahora que el Frente Amplio por México, ha generado otra agenda mediática y política que arrebató el dominio que tuvo López con sus “corcholatas”, durante más de 2 años consecutivos.
Así que, eso de “revisar” la legislación electoral que pide AMLO, no tiene pies ni cabeza. No existe autoridad legal, mucho menos moral, que pueda realizar semejante labor, de suyo implicaría una clara violación, a las que está acostumbrado el presidente.
Ahora que, si la loca idea de AMLO es limitar a las autoridades administrativas y judiciales para que no le impidan entrometerse en asuntos electorales que legalmente no son de su competencia, su torpe y malévola propuesta no tendrá viabilidad alguna. Insisto, ni legal ni moralmente; en ambos casos López carece de autoridad.
Y ya que hablamos de las locas ocurrencias de manipulador de Andrés López Obrador, viene a colación otro de tantos temas, la noticia de la supuesta disminución de la pobreza. Se regocijó el tramposo con la información que proporcionó Coneval, en el sentido de que disminuyó la pobreza en México, con lo cual, dijo, “se iba tranquilo y podía morir en paz”. Bueno, ni se irá tranquilo y seguramente arderá en el infierno por mentiroso.
Resulta que del año 2018 al 2020, la pobreza en su gobierno aumentó y varios millones de mexicanas y mexicanos cayeron en una mayor pobreza. Por lo tanto, la aparente disminución de la pobreza, apenas se ajustó a las cifras que le dejó Peña Nieto.
Recordemos alguna información que olvidó AMLO. El número de personas en situación de pobreza en los 2 primeros años aumentó en 3.8 millones de personas en comparación con 2018, periodo en el que inició la administración de Andrés Manuel López Obrador, de acuerdo con información del Coneval.
Luego, estamos frente a otros datos del mitómano.
El secretario ejecutivo del Coneval, José Nabor Cruz Marcelo, entonces dio cuenta que con base en los resultados de la medición multidimensional de la pobreza en México 2018-2020, en el año de 2018 había 51.9 millones de personas en situación de pobreza, mientras que, en 2020, la cifra incrementó a 55.7 millones. Misteriosamente se le olvidó a López.
Aún hay más. Entonces también se informó que, en el rubro de población en situación de pobreza extrema se registró un aumento de 2.1 millones, por lo que el número total subió de 8.7 millones a 10.8. El gobierno cuyo slogan se basa en “primero los pobres”. Pues sí, incrementó el número de menesterosos.
Además, Coneval informó que, el número de personas en situación de pobreza moderada se elevó en 1.7%, es decir, el cambió fue de 43.2 millones a 44.9 millones. Más y más pobres.
Es bueno refrescarle la memoria a López Obrador y recordarle que, en porcentajes, la pobreza extrema tuvo un aumento de 1.5 por ciento, de acuerdo al Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, el cual se nutre de información del INEGI. Datos que prefiere no recordar el olvidadizo y morir de felicidad porque alcanzó la cifras que le dejó el neoliberal de Enrique Peña Nieto.
Cruz Marcelo, reconoció que las transferencias del gobierno no fueron suficientes para compensar la caída de los ingresos laborales de las personas ¡Pues no!
Y eso que AMLO no toma en cuenta las personas vulnerables por carencias sociales. Estas han aumentado desproporcionadamente en su gobierno. Esta medición de pobreza toma como referencia seis carencias en el ejercicio de los derechos sociales: rezago educativo, acceso a servicios de salud, acceso a la seguridad social, calidad y espacio de la vivienda, servicios básicos en la vivienda y acceso a la alimentación nutritiva y de calidad. De eso, el mitómano no dijo nada.
José Nabor Cruz Marcelo, comentó en los resultados de 2022, que tres carencias presentaron movimientos. En los fracasos está la destrucción del sector salud. Informó que la de mayor expansión fue la carencia por el acceso a los servicios de salud. El acceso a los servicios de salud en 2018 fue reportado el 16.2%, para 2020 se reporta el 28.2%; es decir, una expansión de 12 puntos. Millones de mexicanas y mexicanos se quedaron sin el servicio de Seguro Popular; vamos, sin seguridad social alguna.
Armando Bartra, consejero del Coneval, en los resultados del 2022, explicó que los datos muestran que muchos que ya eran pobres muy probablemente cayeron a la pobreza extrema. Esta medición de pobreza toma como referencia las seis carencias que referimos en el ejercicio de los derechos sociales: rezago educativo, acceso a servicios de salud, acceso a la seguridad social, calidad y espacio de la vivienda, servicios básicos en la vivienda y acceso a la alimentación nutritiva y de calidad.
Otro dato duro. Durante el sexenio lopezobradrista, hubo una deserción de 5 millones de alumnos en educación primaria y secundaria, deserción que no se ha recuperado ¿Dónde quedaron esas niñas y niñas? Al gobierno de AMLO poco o nada le importa.
Con los sesgados (otros datos) el presidente Andrés López, dijo que ya “podía morir tranquilo”, que había logrado sacar de la pobreza a 5 millones de mexicanos ¿Tranquilo? Seguramente millones de mexicanas y mexicanos festejarían lo que el mismo AMLO dijo: podría morir. El problema es la incógnita ¿Cuándo? ¡Urge!
Héctor Parra Rodríguez