La implementación de políticas fiscales por parte del Gobierno Federal de México ha generado una creciente preocupación en el sector empresarial, específicamente en la industria y el comercio, debido a los cambios en las jornadas laborales y los impuestos asociados. Esta medida, según los expertos, podría tener efectos adversos en la economía de las empresas.
Carlos Mario Mejía, titular de la Asociación de Fiscalistas del Estado de Querétaro (AFEQ), advierte que la reducción de las jornadas laborales impactará significativamente en el sector empresarial, especialmente en la industria. “Las jornadas laborales previamente establecidas permitían una transición suave entre turnos, con medias horas para cambios en los turnos de 24 horas. Sin embargo, con la reducción a 6 horas, las empresas se verán obligadas a contratar más personal o a pagar horas extras.
En términos económicos, resulta más costoso no pagar la nueva jornada que detener toda la industria”, señala Mejía.
El cambio implica que, en lugar de tres turnos de 100 trabajadores, ahora se requerirán cuatro turnos de 100 trabajadores, lo que implica un costo adicional en términos de horas extras. Este impacto no solo afectará a la industria, sino también al sector comercial, que podría necesitar ajustar sus horarios y asumir costos adicionales. “El costo de producción se elevará significativamente, y aunque ambas nuevas jornadas y horas extras son deducibles para los empresarios, esto representa un desafío económico considerable, sin una estrategia fiscal clara en su favor”, subraya Mejía.
Las consecuencias ante dichas políticas publicas, podrían derivar en el crecimiento de la informalidad, concluyó.
