TRAS LA VERDAD
El pasado 14 el INE aprobó su presupuesto de egresos que asciende a la cantidad de 10 mil, 932, millones, 449 mil, 787 pesos, para el 2017. El INE se arroga facultades para destinar dinero en los procesos electorales de Coahuila, Nayarit, Estado de México y Veracruz.
También para los actos preparatorios del proceso electoral de 2018, en el que se elegirán 3 mil, 200 cargos de elección popular tanto federales como en 30 entidades federativas. Por eso los señores ahora necesitan más dinero. Sin embargo cada Ople también tiene sus propios presupuestos, de tal suerte que en muchas de las acciones se presupuesta el doble; sí, una por parte del INE y la otra por parte del Organismo Público Electoral Estatal.
Esos más de 3 mil 200 cargos de representación en el ámbito federal y local de 30 entidades, incluyen la renovación total del Congreso de la Unión, del titular del Poder Ejecutivo, nueve gubernaturas, casi mil diputados locales y mil 600 ayuntamientos, entre otros. Parte del presupuesto, dicen en el INE, se ha configurado para impulsar la modernización administrativa de la institución y consolidar el rol de rectoría del INE en el Sistema Nacional de Elecciones.
Vaya cinismo, abiertamente reconocen la pretensión de ser los rectores del el Sistema Nacional de Elecciones, ello significa la total subordinación de los estados -por medio de sus Oples- en materia electoral, habiendo perdiendo así la supuesta soberanía para organizar sus propias elecciones por tratarse de Estados Libres y Soberanos. El INE se agencia para ello 764 millones, 481mil, 801 pesos. Duplicidad de gasto.
El problema subyacente radica en que los políticos que gobiernan –todos- aceptaron el avasallante centralismo. Poco a poco hemos ido regresando a los tiempos de la corona, el centralismo a ultranza, olvidándose de la naturaleza jurídica y política que constituye la República Mexicana; sin estados no hay república.
Para el inicio de algunos trabajos preparatorios de las lecciones del 2018, el INE se aprobó 699 millones, 534 mil, 390 pesos. Sin lugar a dudas que la “democracia mexicana” es la más costosa del mundo; por supuesto que estos dineros son aprobados por los mismos legisladores federales.
Aquí más los abusos que cometen los grupos políticos convertidos en autoridades para repartirse la distribución de los recursos públicos. Grupos políticos que se conforman en partidos. Para el año venidero nueve partidos políticos se repartirán 4 mil, 138 millones, 727 mil, 087 pesos. El PAN se quedará con 791 millones, 060, mil, 175 pesos. El PRI tendrá que gastarse un mil, 043 millones, 302 mil, 925 pesos.
Los quejumbrosos del PRD se embolsarán 477 millones, 648 mil, 679 pesos. El resucitado PT, habrá de gastar 232 millones, 607 mil, 447 pesos. La rémora del Partido Verde Ecologistas, disfrutará de 356 millones, 997 mil, 830 pesos. Los señores de Movimiento Ciudadano, tendrán que probar en qué se gastarán 331 millones, 566 mil, 510 pesos. Los maestros de Nueva Alianza, habrán de consumir del erario público 258 millones, 750 mil, 925 pesos. Los nuevos partidos, Morena y Encuentros Social, ya en nómina del INE, también gozarán de la distribución del dinero de los impuestos que pagamos los mexicanos. Amlo podrá gastarse 400 millones, 849 mil, 652 pesos. Andrés Manuel podrá seguir en campaña por toda la República Mexicana, haciendo uso del dinero del pueblo para acelerar la “rebelión en la granja”. Por último, el Partido Encuentro Social –PES- hará uso de 245 millones, 942 mil, 944 pesos.
Y luego por qué se quejan del presupuesto federal de egresos tan abultado; a esta exorbitante cantidad habría que sumarle los dineros que reciben en todas las Oples los mismos partidos políticos; seguramente podríamos hablar de otro tanto, dado que se aplican las mismas reglas de concentración de votos, padrón electoral y distribución porcentual, según lo establece la Ley General de Partidos políticos, de aplicación nacional. Así las cosas, estaríamos hablando de más de 8 mil millones de pesos para la burocracia de los partidos políticos.
Esta manera de dilapidar el dinero propiedad del pueblo de México, debe hacer reflexionar a los mexicanos ¿Acaso esta es la democracia que merecemos? ¿Nuestros políticos realmente se merecen esas cantidades millonarias cuando México tiene otras prioridades? ¿La sociedad mexicana debe seguir manteniendo a la burocracia de los partidos políticos? ¿Tenemos a los políticos que merecemos? Seguramente usted llegará a la siguiente conclusión: “Es tiempo de cambiar”.
