RESPUESTA DEMOCRÁTICA DE LOS MARQUESINOS

TRAS LA VERDAD

El pasado domingo los electores del Municipio de El Marqués, dieron una respuesta democrática al primer experimento de plebiscito llevando a cabo en toda la historia del estado de Querétaro. La autoridad municipal decidió poner en manos de los electores la decisión de otorgar o no la concesión de la recolección de la basura.

 Por primera vez se experimentó lo establecido en la incipiente Ley de Participación Ciudadana, nacida a principios de 2012, según publicación en el Periódico Oficial “La Sombra de Arteaga”.

 El resultado del “experimento” democrático, trajo varios resultados, no la simpleza del sí o del no por medio de las urnas electrónicas. Veamos algunos de ellos. Pero, revisemos antes los antecedentes de la ley vigente. Seguramente tendrá presente –lo comentamos en ese entonces- que la primera ley fue aprobara por la LV, Legislatura, misma que no fue promulgada por el gobierno de Francisco Garrido Patrón.

 Al arribar al poder José Calzada Rovirosa, tampoco quiso promulgar la referida ley. Tuvieron que pasar dos largos años para llegar a un acuerdo entre panistas y priistas; ya se veía desde entonces la condescendencia del gobierno de Calzada con los panista –no solo por haber incorporado a su gabinete a varios de ellos, direcciones y jefaturas de departamento-; les dio la oportunidad de promover otra iniciativa por medio de Gerardo Cuanalo, para abrogar la primera. Pero ¿Cómo hacerlo si la primera no fue publicada?

 Después de mucho pensarlo –dada la ignorancia en la materia del entonces Secretario de Gobierno -Jorge López Portillo- decidieron que el Pleno de la LVI Legislatura aprobara una nueva iniciativa, abrogando la primera no publicada. Ya en la práctica, se les ocurrió la “brillante idea” de publicar –violando el procedimiento- en el periódico oficial número 45, la primera ley, con fecha 17 de agosto de 2012; ya publicada esperaron entrara en vigor y el día 19, en el periódico 47, publican la segunda ley, hoy vigente, abrogando aquella que duró apenas el día de publicación y la entrada en vigor. Con semejantes irregularidades inicia la vida jurídica –que no democrática- de la norma que fue puesta en práctica el pasado domingo.

 Hecha la aclaración debo decir que la participación ciudadana fue menor al 80%, alcanzando apenas el 13. 90%, del padrón electoral, que se conforma con 95 mil, 414 electores. La ley vigente exige como mínima la participación del 40% para que el resultado que arroje el plebiscito sea vinculatorio, entiéndase obligatorio. De tal suerte que, cualquiera que hubiese sido el resultado de la elección, apenas alcanza el “valor” indicativo, que no tiene repercusión alguna.

 De tal suerte que sin ir a votar en las modernas urnas electrónicas, los marquesinos decidieron un no a la propuesta; esto es, no aceptaron que se concesionara la recolección de los residuos sólidos en ese municipio. Aunque, a decir verdad, no creo que hayan conocido el contenido de la ley para jugársela con la abstención. Sin embargo el resultado cuenta, en el caso particular dio la oportunidad para refrendar el no en segundo término.

 ¿Por qué en segundo término? Bueno, dado el resultado de la votación, con los escuálidos 7 mil, 932 votos, ganó en no; en contra del sí, que apenas obtuvo 5 mil, 334 sufragios. Y ya la oposición a concesionar la recolección de la basura se había adelantado con el desgastado pronunciamiento del fraude electoral. Parecía no faltarles razón, debido al “fiasco” involuntario, del IEEQ, responsable de todo el proceso electoral, en su cómputo adelantó los resultados a la inversa, lo que desconcertó a todos; para, casi inmediatamente después, vía recuento, corrigieran las cifras. Vaya susto, aunque el resultado de fondo hubiera sido exactamente el mismo. El proceso electoral se hubiera deslegitimado.

 Otro aspecto sumamente negativo de algunos marquesinos, no sabemos si se trató de ensuciar el proceso –eso dependerá de la Fiscalía Especializada- al presentar cuatro denuncia por delitos electorales ante la citada Fiscalía, ya el Doctor Santiago Nieto, Fiscal en delitos electorales, adelantó que se seguirán las investigaciones correspondientes.

 En conclusión, por dos ocasiones los marquesinos dieron el no a la propuesta. Seguramente tienen bien presente los problemas generados en la capital del estado; problemas que no existían en la recolección de los residuos sólidos. El primero de ellos fue el despido masivo del personal del municipio dedicado a esas labores. El resto de las dificultades de todos son conocidas; no pasaban en los horarios acostumbrados, dejaban gran cantidad de basura, cambiaron los días de recolección, empleados de la “empresa de calidad mundial” empezaron a pedir cooperación, etcétera. A grado tal que el mismo gobernador criticó esa medida, reconociendo, sin embargo, el derecho de la autoridad colegiada para decidirlo.

 Esta pudo ser una de las razones de peso para que los marquesinos en un 96.10% de los electores dijeran que no a la concesión de la recolección de los residuos sólidos. También habría que reconocer el espíritu democrático de Mario Calzada Mercado, Presidente Municipal, para someter a la voluntad de los ciudadanos de El Marqués, la decisión definitiva y no haber actuado como lo acontecido en el Municipio de Querétaro, en donde, entre los problemas que ha ocasionado no quedan claros los número del supuesto ahorro que tendrán las arcas municipales, dados los equívocos en que han incurrido las mismas autoridades.

 Conclusión, a pesar de las vicisitudes del plebiscito, bien valió la pena el experimento, entramos a una etapa de la democracia participativa. Los legisladores locales y nacionales deben apresurarse a incorporar la revocación del mandato, deuda pendiente con los ciudadanos queretanos. Ya vimos que sí funciona, independientemente del resultado, no olviden que los ciudadanos son el origen del poder de la democracia.

Entradas relacionadas

Dejar un Comentario

− 1 = 2