TRAS LA VERDAD
De casi 500 ciudades que ha invadido Uber con su plataforma digital en varios continentes, México resultó un jugoso negocio para la empresa al alcanzar el tercer lugar en usuarios con más de 1 millón 200 mil y 40 mil socios, solo detrás de EUA y China. Un negocio sin regulación jurídica que ha prosperado.
Y van por más. Si Uber ha ganado terreno en el transporte privado, en este año ampliará sus servicios al de mensajería y paquetería además de los traslados colectivos que anunció recientemente. Y no será el único, Cabify, otra aplicación de traslados privados que se ofrece en México y que ya cuenta con 400,000 usuarios en el país, hará lo propio con clientes que lleven la misma ruta y lanzará además un servicio corporativo y turístico vía aérea.
De ese tamaño es la importancia de la iniciativa de ley presentada por el Poder Ejecutivo del estado, al tratar de regular a las nuevas empresas que se incorporaron a la era digital en la prestación de servicios concesionados por el estado. Iniciativa que obra en manos de los diputados locales, quienes pretenden legislar al vapor, cuando que el reto es verdaderamente importante.
No solo se trata de regular a los omisos, quienes llevan la delantera a pesar de no acogerse a la normatividad; también es indispensable incorporar al transporte tradicional de taxis a la nueva era digital y considerar, además, lo que en sí ya es un hecho, la participación de estas empresas extranjeras en otras áreas de la economía local y nacional.
Tan buena acogida han tenido en México Uber que anunció en su página web la entrada de la empresa -la semana pasada- en 6 ciudades más: San Luis Potosí, Aguascalientes, Cuernavaca, Hermosillo, Mérida y Mexicali.
Nuestras legisladoras y legisladores deberán toma en consideración, entre otras cosas, que muchos de los prestadores del servicio de transporte “ejecutivo”, son dueños de sus propias unidades automotrices; más otros son propietarios de varios automóviles; incursiona el pequeño, mediano y grande inversionista ¿Piso parejo? Eso dijo el gobernador del estado Francisco Domínguez; se trata entonces de lograr ese objetivo en la norma legal. Así como el simple chofer que no tienen unidad y se emplea como tal ¿Concesiones o permisos? Todo indica que podrán ser simples permisos que otorgue la autoridad, previo el pago de derechos y registro del universo.
¿Se necesita constituir nuevas empresas para otorgarles permisos colectivos? Otra pregunta interesante. Seguramente que sí o ¿Se podrán agrupar en gremios? Otra interrogante que los legisladores deberán sopesar y plasmar en la nueva legislación ¿Los mismos permisionarios del transporte “ejecutivo” podrán dar el servicio de mensajería, paquetería, viajes turísticos o colectivos? ¿Viajes perpetuos? Otras figuras de servicio.
La respuesta está en los diputados y no por legislar al “vapor” vayan a dejar lagunas en la ley, de por sí el tremendo vacío jurídico fue aprovechado para dar un servicio respecto del cual nunca se pensó existiría, mucho menos de manera organizada.
A finales de 2015, las ciudades de América Latina empezaron a dar patadas desde México hasta Brasil y Bogotá después de superar retos legislativos y obstáculos diversos; los equipos han demostrado su capacidad de operación, han establecido a América Latina como la región de más rápido crecimiento potencial de Uber en 2016“, dijo el CEO de Uber, Travis Kalanick, en el arranque del nuevo año. Habrá que recordar que en julio pasado el gobierno capitalino acordó regular la prestación de servicio de Uber y Cabify ante protestas de taxistas concesionados que calificaban al servicio de ‘ilegal’.
La solución jurídica -que no política- está ahora en manos de la LVIII Legislatura. Esperemos sepan responder al reto que demanda la era de la digitalización y generen una legislación que contemple todas las opciones del transporte y sus derivaciones.