“Frecuencias”.
Tema por demás importante, que además de ser coyuntural, tanto a escala mundial, como regional y nacional; el recurso hídrico incide considerablemente en múltiples problemas económicos, políticos y sociales.
Lo complejo de este tópico es multicausal y multifactorial. Se presentan desafíos globales y su correspondiente hiper conectividad vinculada con riesgos regionales, nacionales de carácter ambiental, tecnológico, económicos y sociales.
Los efectos climáticos y las fallas en la mitigación y adaptación al cambio climático forman parte del riesgo con amplio impacto y alta probabilidad.
La acelerada urbanización aunado a los efectos del Cambio Climático dinamizan las frecuentes ondas de calor.
Opciones para mitigar la contaminación ambiental: los “pulmones verdes”.
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Crear la mayor cantidad de jardines botánicos, eso refrescaría a las ciudades, sobre todo al presentarse ondas de calor.
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Dichos jardines son “oasis verdes” en medio de la jungla urbana y pueden reducir temperaturas locales en promedio hasta 5%.
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También habremos de animar a la población para que en sus hogares tengan sus jardines privados.
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En los Edificios se pueden utilizar los espacios verticales y aprovecharles como jardines de lluvia y generadores de aire acondicionado natural. Además de aprovechar espacios de los techos para sembrar plantas comestibles, frutas y verduras. Eso mismo puede hacerse en los techos de las casas. Todo ello lograría bajar el nivel del calor de 4.1 a 5%.
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Reforestar muchísimos más árboles en las calles reducen 3.8% la temperatura.
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Hemos de señalar que las zonas verdes urbanas, además de que contribuyen al mantenimiento de la frescura en las Ciudades, también absorben el CO2 (dióxido de carbono) y otro factor importante es que actúan como defensa natural contra las inundaciones.
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Forrar las paredes externas de las casas para que, además de exhibir belleza visual, hará que, en el interior de los hogares permanezca menor intensidad de calor.
Desde luego que la participación vecinal será importante para que no sean esquemas aislados. Mientras más comunidades colaboren, mayores serán los beneficios ecológicos.
Se vuelve más complejo en su interrelación con la crisis de acceso al agua, a la pérdida de biodiversidad, las crisis alimentarias, los masivos y constantes movimientos migratorios en grande escala como los de europea, América Latina y que han generado álgidos y graves problemas de inadaptación, merced a los choques culturales, al encontrarse en países europeos muy distintos a sus naciones de origen. La suma de los conflictos ha propiciado inestabilidad política, económica y social para quienes migran, así como para los países que reciben y alojan humanitaria y temporalmente a los inmigrantes; muchos de ellos indocumentados.
Ejemplo, en Europa, se han estado presentando avasallamientos de golpeadores que en se escudan en grupos multitudinarios y en pandilla, golpean indiscriminadamente a oriundos de los países que les dio asilo humanitario, robando y vejando a los propios nacionales.
Continuando con nuestro tema medular, observamos que la política ambiental en materia del Cambio Climático debiese contar con claro enfoque armonizado, comprometido y ejecutivo. Vinculándose con los campos del poder político, social, económico (empresarial), militar y diplomático en cuanto a las dinámicas cambiantes del Cambio Climático, la Seguridad Nacional, Seguridad Alimentaria Humana y Desarrollo Durable, o sostenible.
Su impacto y amenaza global para la sociedad provoca grandes migraciones, mayor pobreza, enfermedades, hambrunas, epidemias y pandemias. Además de la alteración ecológica, baja disponibilidad de agua para consumo humano, del uso agropecuario, ganadero y del desarrollo rural productivo.
En razón de lo anterior y para protección de las graves amenazas críticas y generalizadas se requiere incorporar a las Políticas Públicas la Seguridad Nacional y de la Seguridad Humana durable. Ésta última tendrá que ser multidisciplinaria, multifacética, pluri transversal multi referencial y holística de la seguridad.
Seguridad Humana.
La Seguridad Humana se compone de tres tipos de libertades: a) libertad para vivir sin miedo, respetando la integridad física de las personas; b) libertad de la necesidad de proteger a la gente para que satisfagan sus básicas necesidades, su sustento , así como los problemas económicos, sociales y ambientales; c) libertad para vivir con dignidad. Empoderar y proteger a las personas para librarse de la violencia, de la discriminación y exclusión.
La Seguridad Humana se enfoca más allá de la ausencia de violencia y reconoce la existencia de otras amenazas para los seres humanos, que puedan afectar sus propia sobrevivencia por efectos del Cambio Climático, abusos físicos, actos violentos, de persecución o muerte. Tanto como de sus medios de vida (desempleo y seguridad alimentaria), disponibilidad de agua, amenazas a la salud o a su dignidad violación de los Derechos Humanos, inequidad, exclusión, discriminación y migraciones forzadas.
De acuerdo con cifras de la ONU, la proporción de la humanidad que vive en ciudades creció de 751 millones (29%) en el año 1950, a 4,200 millones (55%) en 2018, con más de 3, 000 millones de personas que habitaban en zona rurales.
La OCDE estima que el 85% de la población mundial se urbanizará para el 2100. Es decir, que para finales del presente siglo, menos de 1,500 millones de la población mundial, proyectada de 9,800 millones de personas estarán viviendo en áreas rurales.
Desafortunadamente, -aunque en el discurso de algunos funcionarios estatales se mencione lo contrario- ninguna de las ciudades del Estado de Querétaro cuenta con un equilibrio en su desarrollo urbano, ni de planeación territorial, que permita coincidir con las pretensiones de las mismas autoridades de lograr un equilibrado desarrollo sustentable.
La realidad supera a cualquier anhelo de esa naturaleza. Una cosa es lo ideal, otra es lo que se percibe de manera real (tangible).
Muchos de los ciudadanos de Querétaro no contamos con ciudades verdes, sostenibles, ni tampoco inclusivas que nos permitan tener acceso a una mejor calidad de vida para la población.
Son casos contados de naciones europeas, asiáticas, donde los gobiernos sí se preocupan e interesan en llevarles a sus pobladores los beneficios de mejor calidad ambiental y de generar espacios vitales para la
En México, hasta el año pasado, las lluvias fueron escasas y los niveles de sequías oscilaron de extrema a severa; lo cual ha impactado severamente a la producción agrícola, ganadera y a la población en general.
Eso se refleja en los elevados precios por la oferta de dichos productos; para el presente año, de continuar con esa situación, no esperemos buenos pronósticos. Sobre todo si no se establecen políticas que fomenten u obliguen a racionar el consumo de agua de todos los sectores involucrados.
Con las sequías, las presas y bordos, el uso de agua aumenta. La superficie agrícola total sembrada a escala nacional se redujo a 35.6%; en 28 entidades federativas se contrajo considerablemente.
Ejemplos importantes son: Chihuahua (86.4%), Tamaulipas (67.6%), Jalisco (55.4%), Durango (45.3%), Tabasco (42.5%), Estado de México (40.7%), Sinaloa (38.3%) y Zacatecas (36.2%).
En cuanto a la participación en la superficie agrícola de este ciclo destacan: Sinaloa, Sonora, Tamaulipas, Nayarit (18.9%) y Chiapas (8.4%).
En conjunto, suman 58.5% la superficie total sembrada.
Para el próximo mes de mayo, el pronóstico de lluvias no luce prometedor para 17 entidades. El 58.7% del valor de la producción agrícola se atomiza en 7 estados de la República Mexicana y el 49.0% del valor de la producción es agropecuaria; únicamente Michoacán y Veracruz cuentan con niveles aceptables de reserva de agua en sus presas.
Por el contrario, en Sinaloa y Sonora, los niveles de almacenamiento se ubican en niveles críticos; en Jalisco, el nivel de sus presas son insuficientes, podrían generarse graves problemas en cuanto a la producción ganadera y pecuaria, dicho de otra manera, podrían importar del extranjero-
Casos similares son los registrados en Guanajuato y Chihuahua.
En consecuencia, los precios de los productos alimenticios procesados podrían también aumentar, de igual manera que otro tipo de productos industriales intensivos en el uso de agua.
Sequías en Querétaro.
Algunos de los principales factores que impactan en el desarrollo del sector agrícola es la inflación, con el aumento de precios y de bienes de consumo en un determinado tiempo; medido con la relación de precios de 299 bienes y servicios.
En tanto que la inflación se encuentre controlada, podrá mantenerse la capacidad adquisitiva de la gente y se incentivará la producción, al existir alta inflación, las personas verán mermadas o reducida su capacidad para la compra.
Invertir más en infraestructura hidráulica.
Suman varias décadas en las que en nuestro país no se ha invertido en este importante apartado. El último de los presidentes que se interesó en ello fue durante el sexenio de José López Portillo (1976-1982), ascendió al 1.4% del PIB. De hecho, en su gobierno, se construyó la primera etapa del Sistema Cutzamala y el proyecto original de “Cerro Prieto” en Monterrey, Nuevo León.
Los niveles más bajos de inversión en infraestructura hidráulica fueron con Vicente Fox Quesada con (0.29%), de hecho en el periodo de Fox (2000-2006), se otorgaron indiscriminadamente importantes concesiones para la explotación comercial del agua a empresas ligadas con cerveceras y de la industria refresquera, como la Coca Cola y Pepsi Cola.
Además de que el entonces Presidente de la República aprovechó su importante rango para ampliar sus concesiones de pozos naturales de agua destinados a sus propiedades y extensiones agrícolas donde siembra brócoli con fines de exportación en San Francisco del Rincón, Guanajuato. La corrupción e impunidad en su apogeo.
Ya con Felipe Calderón Hinojosa subió al (0.51%), con la inversión en el Túnel Emisor Oriente del Distrito Federal; durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador llegó al nivel más bajo con (0.22%).