La UMx cuenta con intérpretes de Lengua de Señas Mexicana para los alumnos que lo requieran.
Con el objetivo de formar profesionistas capaces de atender alumnos con necesidades diversas y coadyuvar a que “nadie se quede atrás”, en el acceso a una educación de calidad, inclusiva y equitativa, la Universidad Mondragón México (UMx) imparte sistema Braille y Lengua de Señas Mexicana (LSM) para sus estudiantes de la licenciatura Educación con Enfoque en Inclusión.
La UNESCO define la educación inclusiva como el proceso de identificar y responder a la diversidad de las necesidades de todos los estudiantes a través de la mayor participación en el aprendizaje, las culturas y las comunidades, reduciendo la exclusión en la educación
“En este sentido, es necesario que los docentes que están en las aulas con niños y adolescentes sean bilingües, es decir, que conozcan la LSM para poder atender las necesidades de los alumnos sordos”, asegura Olivia Castorena, profesora de Lengua de Señas Mexicana en la UMx.
José Miguel Reyes, maestro del sistema Braille de la Universidad, agrega que también es necesario que esta forma de comunicación sea introducida en los salones de clases, pues es la única manera en la que niños y adolescentes con discapacidad visual pueden aprender.
Según nuestra Constitución, el gobierno debe garantizar la educación inicial, preescolar, primaria, secundaria, media superior de forma obligatoria, universal, inclusiva, pública, gratuita y laica. Por otra parte, de acuerdo con la UNESCO, se debe garantizar, que todas las personas accedan a sistemas educativos inclusivos, independientemente si tienen o no una discapacidad.
“Independientemente que se acuda a una institución especializada para aprender el sistema Braille, el alumno invidente debe ser incluido en una escuela regular y ésta debe estar preparada para atender sus necesidades de aprendizaje, por eso es importante incluir en la formación de los docentes este tipo de preparación”, opina Reyes.
Según la UNESCO, la educación inclusiva se basa en el principio de que cada niño tiene intereses, capacidades y necesidades de aprendizaje distintos y deben ser los sistemas educativos y programas los que tomen en cuenta la amplia diversidad de dichas características y necesidades.
En México, hay casi 21 millones de personas con discapacidad, es decir, el 16.5% de la población, de los cuales poco más de 12.7 millones de personas tienen alguna discapacidad visual y cerca de 5.1 millones discapacidad auditiva, ubica el Censo 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía.
En Querétaro, hay aproximadamente14 mil personas sordas, mientras que 30% de la población es considerada débil visual.
Sin embargo, “pese a que el número de personas con discapacidad auditiva no es pequeño, no existe en las escuelas ni el material ni las condiciones para que la educación inclusiva para sordos sea adecuada. Se necesitan profesores capacitados e intérpretes como los que ya empieza a haber en algunas universidades, como la UMx”, opina Olivia Castorena.
“Es importante que se difunda el conocimiento de la Lengua de Señas[CTA1] , para romper barreras que limitan el desarrollo de nosotros los sordos”, expresa la maestra Castorena.
Por su parte, el profesor Reyes, ciego de nacimiento, maestro en Gerencia Empresarial y Técnico certificado en Rehabilitación de Personas con Discapacidad Visual, hace énfasis en la importancia y necesidad del compromiso de las generaciones jóvenes con la inclusión.