Cuatro turistas extranjeros —tres canadienses y un chileno— acusaron a las autoridades de Ezequiel Montes de proceder con arbitrariedad tras ser detenidos mientras intentaban realizar actividades de escalada en la Peña de Bernal, pese a que no había señalización alguna que indicara restricciones. Además, señalaron que durante su detención no se les informó sobre sus derechos, incluyendo el derecho a realizar llamadas.
Ram Chanthy, ciudadano canadiense, explicó que llegaron a Bernal atraídos por su reputación como destino para escaladores. Asegura que no había ningún aviso o advertencia que prohibiera la actividad en la zona.
“Buscamos en internet una página con información sobre las rutas y llegamos a un punto de entrada para escaladores, donde hay una puerta con clave de acceso. Llamamos al número indicado, nos dieron la clave y seguimos la ruta conocida como Bernalina. No había nadie regulando ni señales que indicaran que no se podía escalar”, relató.
Chanthy añadió que apenas comenzaron a subir fueron instruidos, mediante un megáfono, a descender. “Mis compañeros no hablan español, así que les traduje lo que decían. Al bajar, ya nos esperaban policías municipales y elementos de Protección Civil”, comentó.
Los turistas fueron trasladados a una choza donde se les informó que serían presentados ante el juez cívico por realizar actividades supuestamente prohibidas. “Nos dijeron que podíamos subir a las patrullas de forma voluntaria o esposados. Decidimos cooperar”, señaló.
Los escaladores permanecieron detenidos por más de cinco horas, durante las cuales no se les permitió realizar llamadas ni se les explicó sus derechos hasta el final del proceso. “No nos informaron que podíamos contactar a un familiar o abogado. Fue hasta que nos presentaron un documento para firmar cuando vimos que, en el reverso, estaban nuestros derechos. Querían que firmáramos sin explicarnos nada”, denunció Chanthy.
A esto se sumó el cobro de una multa, cuyo monto cambió varias veces: de $3,500 MXN por persona, a $4,000 MXN en total por los 4 extranjeros. Según el documento presentado, el pago era por “reparación de daños y afectaciones a la zona natural”, argumento que los turistas rechazaron, alegando no haber causado ningún daño.
“Le expliqué al juez que hay placas instaladas en la roca para anclar cuerdas, lo que demuestra que esta actividad es común. Si esas placas no estuvieran, sería imposible escalar”, sostuvo el turista canadiense.
Los turistas hicieron un llamado a las autoridades para mejorar las condiciones en la Peña de Bernal, destacando la importancia de:
- Colocar señalización clara sobre las restricciones en la zona.
- Respetar los derechos de los detenidos, incluyendo su derecho a realizar llamadas y consultar con abogados.
- Garantizar que los oficiales que realicen detenciones se identifiquen plenamente.
“Esta experiencia fue muy desagradable. Las autoridades deberían garantizar que las reglas sean claras para todos y respetar los derechos básicos de las personas”, concluyó Chanthy.