Universitarios monitorean a ballenas, con drones

 Dicho trabajo se lleva a cabo en el Parque Nacional Bahía Loreto, perteneciente al estado de Baja California Sur.

 ¿De qué se enferman las ballenas? Es la pregunta que Carlos Andrés Domínguez Sánchez, estudiante del Doctorado en Ciencias Biológicas de la Facultad de Ciencias Naturales (FCN), intenta responder a través de su investigación sobre el microbioma y el inmunoma de las ballenas azules, lo que permitirá entender cómo funciona el sistema inmune de estos mamíferos marinos.

 Para este propósito, el joven científico realiza muestreos en el Golfo de California utilizando drones equipados con una cámara de alta resolución que capta útiles imágenes y videos del comportamiento de los animales más grandes del mundo, lo que constituye una técnica novedosa y no invasiva para monitorear a estos mamíferos, pues se realiza desde al aire y de una forma segura.

 Además, los drones sobrevuelan entre dos y tres metros de distancia de los mamíferos y cargan con recipientes redondos –placas de Petri– que sirven para recoger muestras biológicas de los soplos –exhalaciones– de estos animales, que posteriormente son analizadas en el Laboratorio de Genética Molecular y Ecología Evolutiva de la Máxima Casa de Estudios queretana. Esta labor se lleva a cabo en el Parque Nacional Bahía Loreto, perteneciente al estado de Baja California Sur.

 “Volamos con un dron sobre las ballenas, aproximadamente entre dos y tres metros sobre ellas, y una vez que el animal sale a la superficie y empieza a respirar,  el dron pasa por la mitad del soplo y así tomamos las muestras”, describió el universitario.

 Sin embargo, no es tan sencillo como parece pues el estudiante señaló que es importante volar dicho aparato de manera adecuada para establecer métodos de acercamiento al animal, porque en ocasiones cuando el vehículo no tripulado vuela delante de la cabeza de la ballena, ella lo alcanza a ver y se sumerge en el mar evitando el muestreo.

  “Vuelo el dron desde la parte de atrás de la ballena (aleta caudal) y me aproximo hasta los orificios nasales y ahí tomo el soplo. Si me paso de la cabeza, el animal puede llegar a ver el dron. Pero, mientras haga los vuelos adecuadamente no hay ninguna modificación en el comportamiento de la ballena”, refirió.

 La investigación se encuentra en la fase inicial y hasta el momento, se han recogido más de 50 muestras, en las cuales los universitarios han encontrado células epiteliales y presencia de glóbulos blancos, principalmente neutrófilos y linfocitos.

 “El trabajo consiste en la extracción de ADN de las muestras y con éste se hace una reacción en cadena de la polimerasa (PCR); con ese método se conoce la información de todas las bacterias que hay en el tracto respiratorio”, destacó.

 Con este trabajo titulado “Microbioma e inmunoma asociados al tracto respiratorio de la Ballena Azul (Balaenoptera musculus) en el Golfo de California” se podrán identificar cuáles microorganismos son dañinos para las ballenas y se estará un paso más cerca de entender de manera integral la salud de estos animales.

 “La idea es hacer una caracterización del microbioma del tracto de la ballena azul y después ver qué respuesta inmune va teniendo con respecto a lo que encontremos en el tracto respiratorio”, refirió.

 Reveló que con esta investigación se busca estar a la vanguardia a  nivel mundial, puesto que actualmente no existe información en este ámbito. “En este momento yo creería que somos el único grupo a nivel internacional en cuanto a ballena azul, porque ya lo han hecho en otros cetáceos; por ejemplo, en orcas, lo hizo un grupo en Estados Unidos”, agregó.

 Analizó que “son animales gigantes, los ves y no alcanzas a dimensionar al animal que tienes enfrente.  Algo interesante es cuando se hace el avistamiento, sólo se alcanza a ver una parte de la ballena, y cuando observo con el dron veo completamente al mamífero, entonces, es una gran experiencia ver a estos animales. Además, se puede observar a las madres con sus crías, cómo se alimentan, o su comportamiento de cortejo”, detalló.

 Dicho proyecto se realiza entre la Universidad Autónoma de Querétaro y el Centro Interdisciplinario de Ciencias Marinas (CICIMAR), del Instituto Politécnico Nacional; cuenta con la asesoría de la Dra. Karina Acevedo Whitehouse, de la FCN y la Dra. Diane Gendron, del CICIMAR.  De igual forma, participa Antonio Zamarrón quien es el capitán de la embarcación donde se llevan a cabo las exploraciones.

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